Ensayos clínicos. Parte 1

Ensayos clínicos. Parte 2 

Ensayos clínicos. Parte 3

Ensayos clínicos. Parte 4

Ensayos clínicos. Parte 5

Desde los tiempos más remotos el agua se usa en la medicina, tanto para tomar, como para lavar todo el cuerpo o sus partes. Se considera que la cantidad del agua en el curpo de una persona mayor constituye, por término medio, cerca de 63 % de su peso total, y la pérdida diaria se restablece con la comida y bebida y se toma igual a 2500-2600 gramos. Por lo tanto, el agua juega un papel importante en la vida humana. El agua era el símbolo de divinidad, por ejemplo, el Ganges para los hindus, el Nilo para los egipcios. La fecundación de la tierra por el agua tenía el carácter sobrehumano. El agua era un dios que fortalece la salud y cura los males. En las orillas de los ríos sacerdotes erigían sus templos y reunían en los mismos a sufrientes a los cuales curaban por medio de rezos y baños.
El primero en sintetizar las propiedades curativas del agua fue Hipócrates (el año 454 a.d.C.). Su sistema de patología es humoral. Lo mismo que una enfermedad consiste en la alteración del equilibrio de los líquidos, la esencia de la recuperación es condicionada por los líquidos. El conocía bién las acciones fisiológicas del agua de temperaturas distintas. Sugirió el idea de que el agua fría calienta y el agua caliente refrigera. Conocía, asimismo, lavadura, fricción y temple con el agua. Sus criterios de las propiedades higiénicas del agua eran de los más avanzados. «La primera preocupación del médico, - decía él:»… cuando entra en una ciudad, es familiarizarse con las propiedades del agua que se consume, si es de pantano, si es dura o blanda y de dónde viene …». Estos conceptos sentaron las bases de toda la hidroterapia, formulada, al correr los años, por sus continuadores. El hecho de que el agua acciona en los órganos no solamente por su composición química o por sus componentes minerales, sino también por su temperatura y por estar en reposo o en movimiento, y, por fin, por su masa; la misma provoca en el organismo diversos efectos y el empleo de dichos efectos constituye una parte integrante de la hidroterapia. El agua se usa en la medicina en el estado sólido, líquido y gaseoso.

Con analogía al agua, un factor curativo más inmediato fue la luz. El contemporáneo de Hipócrates, "el Padre de la Historia" Herodoto durante sus viajes en Persia escribió: « yo he visto allá un gran milagro. Entre los cráneos conservados de los caídos durante la batalla de Pelusium (año 525 a.d.C.), los cráneos de los persas eran blandos, mientras que los cráneos de los egipcios eran muy duros, los de los persas podían ser agujereados con una pequeña piedra lanzada, y los de los eguipcios apenas podían ser destruidos con un canto rodado grande. La causa consiste en que los eguipcios desde la tierna infancia se cortan los pelos en la cabeza y andan descubiertos, debido a ello el hueso en el sol se hace duro, eso explica también por qué ellos no encalvecen. La debilidad de los cráneos de los persas se debe a que éstos desde el principio llevan una vida de habitación y usan sombreros-tiaras».

Los pueblos antiguos: asirios, germanos, griegos y romanos, elevaron el sol por sus rayos curativos al rango de divinidad. Así, Esculapio, Dios de la Medicina, fue hijo del Febo, dios de la luz. En el templo de Esculapio en Epidauro existían galerías abiertas, adyacentes a los dormitorios de enfermos, que servían para radiación, donde los sacerdotes sometían a sus pacientes a la acción del sol.

Los médicos de la época de los emperadores romanos ya practicaban terapia científica por el sol (solarización). Ellos recomiendan a obesos a andar desnudos bajo el sol, describen la acción analgésica en heridas de distinta índole, sobre todo en las fracturas abiertas de los huesos. Esta costumbre de la antigua Roma de calentarse al sol después de tomar comida se ha conservado hasta ahora en los valles de los Alpes italianos. Así, en Tessina hay costumbre de ir al sol después de la comida, y ello es la causa de que allá la gente vive hasta una edad muy avanzada. Un proverbio italiano dice: «Dove va il sole, non vа ail medico» - "A donde llega el sol, allí no va el médico." Una gran importancia atribuían a la luz desde el punto de vista higiénico.
En la Edad Media a la par con el decrecimiento de la higiene y medicina iba olvidándose gradualmente la conciencia del valor higiénico y terapéutico de la luz solar. Tan sólo en el año 1815 aparecieron los primeros trabajos en helioterapia de Loebel y de Cauvins). Ya en 1816 el profesor de química Doebereiner en Viena publicó un trabajo en el cual por la primera vez los baños de luz se enfocaban desde el punto de vista científico-físico. Esta obra contenía los principales conceptos de nuestra helioterapia moderna.
El gran descubrimiento de Pasteur de que los conocidos procesos de fermentación así como las enfermedades son causados por seres vivientes menudísimos, bacterias, llevó al estudio de la esencia del modo de vida de estos agentes de infección y a la lucha contra ellos.

En 1877 Downes y Blunt establecieron que la luz es capaz de matar a bacterias, precisamente con sus rayos de ondas cortas. En la base de este descubrimiento Finzen creó en los años de 1893-1896 г. su genial terapia actínica. A consecuencia del empleo de los rayos de ondas cortas exclusivamente, el método de Finzen se quedó terapia superficial, terapia de dermatosis. Su tratamiento del lupus por medio de la luz figura entre los grandes logros de la medicina.

En 1891 el médico ruso Minin recomendó a enfermos un reflector con lámpara azul para aliviar sufrimientos de toda índole. Este invento estimuló el desarrollo de cromoterapia. Sin embargo, el descubrimiento más grande fue una acción curativa indirecta de la luz, a saber: ha sido probado que la luz posee la capacidad de «activar» objetos inanimados – medios alimenticios, medicamentos y otras sustancias.
Gracias a estas notables propiedades del agua y de la luz, tras la sintetización de la experiencia histórica de su aplicación al organismo humano, ha sido desarrollado este aparato único «АVERS-Dush», en el cual se combinan todos los tipos de la fisioterapia, a saber, hidroterapia, termoterapia, fototerapia y quinesiterapia.